POLITICA
08/10/2025
Yemen: los hutíes detienen a más personal de la ONU
Por Emma Garcia
Saná, Yemen — 7 de octubre de 2025.
Los rebeldes hutíes que controlan gran parte del norte de Yemen detuvieron este fin de semana a nueve nuevos empleados de las Naciones Unidas, en lo que la organización ha calificado como una preocupante escalada contra el personal humanitario en el país. Las detenciones se suman a una serie de arrestos que comenzaron en 2021 y que ya han afectado a más de 50 trabajadores de agencias internacionales, tanto locales como extranjeras.
Los arrestos se produjeron en Saná, la capital controlada por los hutíes desde 2014, y en otras ciudades del norte. Entre los detenidos hay empleados del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Hasta ahora, los hutíes no han presentado cargos formales ni han brindado explicaciones públicas. Sin embargo, fuentes diplomáticas señalan que los detenidos están acusados de colaborar con "potencias extranjeras" o de difundir "agendas contrarias al islam". Estas acusaciones se enmarcan en una narrativa habitual del grupo, que acusa a la ONU y a otras agencias de actuar como “instrumentos de injerencia occidental”.
La ONU condenó las detenciones “en los términos más enérgicos”, y exigió la liberación inmediata de su personal. “Estos actos violan las leyes internacionales humanitarias y socavan gravemente la capacidad de brindar asistencia vital a millones de yemeníes”, expresó Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres.
Yemen vive una de las peores crisis humanitarias del mundo. Más del 80?% de la población depende de algún tipo de ayuda internacional. La escalada represiva de los hutíes ha obstaculizado seriamente el acceso de las agencias a las zonas más vulnerables, en un país que ya sufre de desnutrición masiva, colapso del sistema sanitario y desplazamientos internos.
Analistas coinciden en que los arrestos forman parte de una estrategia de presión política, especialmente ahora que las conversaciones de paz con Arabia Saudita y representantes del gobierno yemení respaldado por la coalición internacional están en un punto muerto.
A pesar de la presión internacional, los hutíes han mantenido una postura desafiante. Expertos alertan que, si las detenciones continúan, las operaciones humanitarias podrían suspenderse en vastas regiones del país, con consecuencias devastadoras para la población civil.
Los rebeldes hutíes que controlan gran parte del norte de Yemen detuvieron este fin de semana a nueve nuevos empleados de las Naciones Unidas, en lo que la organización ha calificado como una preocupante escalada contra el personal humanitario en el país. Las detenciones se suman a una serie de arrestos que comenzaron en 2021 y que ya han afectado a más de 50 trabajadores de agencias internacionales, tanto locales como extranjeras.
Los arrestos se produjeron en Saná, la capital controlada por los hutíes desde 2014, y en otras ciudades del norte. Entre los detenidos hay empleados del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Hasta ahora, los hutíes no han presentado cargos formales ni han brindado explicaciones públicas. Sin embargo, fuentes diplomáticas señalan que los detenidos están acusados de colaborar con "potencias extranjeras" o de difundir "agendas contrarias al islam". Estas acusaciones se enmarcan en una narrativa habitual del grupo, que acusa a la ONU y a otras agencias de actuar como “instrumentos de injerencia occidental”.
La ONU condenó las detenciones “en los términos más enérgicos”, y exigió la liberación inmediata de su personal. “Estos actos violan las leyes internacionales humanitarias y socavan gravemente la capacidad de brindar asistencia vital a millones de yemeníes”, expresó Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres.
Yemen vive una de las peores crisis humanitarias del mundo. Más del 80?% de la población depende de algún tipo de ayuda internacional. La escalada represiva de los hutíes ha obstaculizado seriamente el acceso de las agencias a las zonas más vulnerables, en un país que ya sufre de desnutrición masiva, colapso del sistema sanitario y desplazamientos internos.
Analistas coinciden en que los arrestos forman parte de una estrategia de presión política, especialmente ahora que las conversaciones de paz con Arabia Saudita y representantes del gobierno yemení respaldado por la coalición internacional están en un punto muerto.
A pesar de la presión internacional, los hutíes han mantenido una postura desafiante. Expertos alertan que, si las detenciones continúan, las operaciones humanitarias podrían suspenderse en vastas regiones del país, con consecuencias devastadoras para la población civil.







