POLITICA
06/10/2025
Siria celebra sus primeras elecciones desde la caída de Bashar al-Assad
Por Tomas Peralta A
El pasado 5 de octubre de 2025, Siria celebró sus primeras elecciones parlamentarias desde el derrocamiento de Bashar al-Assad, quien perdió el poder en diciembre de 2024 tras meses de protestas y fracturas internas en el ejército. El proceso, organizado por el presidente interino Ahmed al-Sharaa, buscó conformar una Asamblea del Pueblo de 210 miembros, aunque solo 140 fueron elegidos mediante comités locales y los 70 restantes designados directamente por el Ejecutivo.
El gobierno presentó el sistema como una transición “ordenada y pluralista”, pero analistas independientes denunciaron un modelo de representación limitado y controlado desde el poder central. En varias provincias del norte y este, como Al Hasaka y Raqqa, los comicios fueron suspendidos por razones de seguridad, dejando escaños vacantes y aumentando las tensiones étnicas.
Con 1.578 candidatos registrados, el proceso tuvo una participación femenina del 14 %. Sin embargo, organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch alertaron sobre la falta de observadores internacionales y las restricciones impuestas a periodistas locales.
Aunque el Ejecutivo prometió que estos comicios son “el primer paso hacia una nueva constitución”, expertos advierten que el sistema sigue concentrando poder en el presidente interino. “Sin voto directo ni pluralismo real, este proceso es más simbólico que democrático”, señaló un analista sirio consultado por The Guardian.
Pese a las críticas, el evento marca un punto de inflexión histórico para un país devastado por más de una década de guerra civil, sanciones internacionales y desplazamientos masivos.
El gobierno presentó el sistema como una transición “ordenada y pluralista”, pero analistas independientes denunciaron un modelo de representación limitado y controlado desde el poder central. En varias provincias del norte y este, como Al Hasaka y Raqqa, los comicios fueron suspendidos por razones de seguridad, dejando escaños vacantes y aumentando las tensiones étnicas.
Con 1.578 candidatos registrados, el proceso tuvo una participación femenina del 14 %. Sin embargo, organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch alertaron sobre la falta de observadores internacionales y las restricciones impuestas a periodistas locales.
Aunque el Ejecutivo prometió que estos comicios son “el primer paso hacia una nueva constitución”, expertos advierten que el sistema sigue concentrando poder en el presidente interino. “Sin voto directo ni pluralismo real, este proceso es más simbólico que democrático”, señaló un analista sirio consultado por The Guardian.
Pese a las críticas, el evento marca un punto de inflexión histórico para un país devastado por más de una década de guerra civil, sanciones internacionales y desplazamientos masivos.
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