POLITICA
13/10/2025
María Corina Machado recibe el Nobel de la Paz 2025 y alza la voz de la oposición venezolana
Por Tomas Peralta A
El Comité Noruego del Nobel anunció el 10 de octubre de 2025 que el Premio Nobel de la Paz se concede a María Corina Machado por “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
En el momento del anuncio, Machado se encontraba en condición de clandestinidad en Venezuela, con amenazas constantes por su actividad política. En conversación telefónica con el Comité Nobel, expresó: “Este logro es para toda la sociedad… me siento honrada, agradecida y privilegiada de formar parte de lo que está sucediendo hoy en Venezuela”.
Machado no sólo agradeció el reconocimiento, sino que lo dedicó al pueblo venezolano y también al expresidente Donald Trump por lo que calificó de “apoyo decisivo” a su causa de libertad. El Comité Nobel resaltó que cuando los regímenes autoritarios consolidan su poder, es esencial reconocer a quienes “se levantan y resisten”.
Este reconocimiento ha sido interpretado por muchos como un impulso simbólico a la oposición venezolana, fragmentada y presionada desde distintos frentes. En 2024, Machado había sido excluida del proceso electoral presidencial, lo que generó fuertes críticas internacionales sobre la falta de transparencia del sistema electoral. Al no poder competir, el candidato Edmundo González, quien era su aliado, fue forzado al exilio, mientras Machado profundizó su activismo desde el anonimato.
El otorgamiento del Nobel no está exento de controversias. Algunos críticos señalan que sus posiciones políticas, vinculaciones internacionales y su discurso combativo la hacen una figura polarizante. En Venezuela, los medios estatales han reaccionado con silencio, crítica o menosprecio hacia el galardón, argumentando que el comite Nobel está sesgado o influido por intereses externos.
Sin embargo, para sus seguidores y parte de la comunidad internacional, esta distinción consolida a Machado como un símbolo de resistencia democrática frente a un régimen que, según denuncias de organismos de derechos humanos, ejerce represión constante contra disidentes. Con el Nobel en su haber, la oposición venezolana podría recibir un efecto moral y político para revitalizar sus movilizaciones y ganar visibilidad ante actores internacionales claves.
El 10 de diciembre de 2025 se celebrará la ceremonia oficial en Oslo, donde se espera que Machado pueda recibir físicamente el premio si las condiciones de seguridad lo permiten.
En el momento del anuncio, Machado se encontraba en condición de clandestinidad en Venezuela, con amenazas constantes por su actividad política. En conversación telefónica con el Comité Nobel, expresó: “Este logro es para toda la sociedad… me siento honrada, agradecida y privilegiada de formar parte de lo que está sucediendo hoy en Venezuela”.
Machado no sólo agradeció el reconocimiento, sino que lo dedicó al pueblo venezolano y también al expresidente Donald Trump por lo que calificó de “apoyo decisivo” a su causa de libertad. El Comité Nobel resaltó que cuando los regímenes autoritarios consolidan su poder, es esencial reconocer a quienes “se levantan y resisten”.
Este reconocimiento ha sido interpretado por muchos como un impulso simbólico a la oposición venezolana, fragmentada y presionada desde distintos frentes. En 2024, Machado había sido excluida del proceso electoral presidencial, lo que generó fuertes críticas internacionales sobre la falta de transparencia del sistema electoral. Al no poder competir, el candidato Edmundo González, quien era su aliado, fue forzado al exilio, mientras Machado profundizó su activismo desde el anonimato.
El otorgamiento del Nobel no está exento de controversias. Algunos críticos señalan que sus posiciones políticas, vinculaciones internacionales y su discurso combativo la hacen una figura polarizante. En Venezuela, los medios estatales han reaccionado con silencio, crítica o menosprecio hacia el galardón, argumentando que el comite Nobel está sesgado o influido por intereses externos.
Sin embargo, para sus seguidores y parte de la comunidad internacional, esta distinción consolida a Machado como un símbolo de resistencia democrática frente a un régimen que, según denuncias de organismos de derechos humanos, ejerce represión constante contra disidentes. Con el Nobel en su haber, la oposición venezolana podría recibir un efecto moral y político para revitalizar sus movilizaciones y ganar visibilidad ante actores internacionales claves.
El 10 de diciembre de 2025 se celebrará la ceremonia oficial en Oslo, donde se espera que Machado pueda recibir físicamente el premio si las condiciones de seguridad lo permiten.







