POLITICA
14/10/2025
La OTAN lanza ofensiva financiera contra la “flota sombra” de Rusia
Por Emma Garcia
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció una nueva estrategia para debilitar el financiamiento del Kremlin, centrada en desmantelar la llamada “flota sombra” de petroleros rusos que operan al margen de las sanciones internacionales.
El anuncio fue realizado por el nuevo secretario general de la alianza, Mark Rutte, en su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo. “La OTAN debe adaptarse a las nuevas formas de guerra híbrida, y eso incluye frenar los mecanismos ocultos con los que Rusia financia su esfuerzo militar”, afirmó Rutte desde Bruselas.
La “flota sombra” se refiere a una red de buques petroleros sin bandera clara o registrados en paraísos fiscales, que transportan crudo ruso hacia Asia, África y América Latina, evitando los controles occidentales. Según estimaciones del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, esta red ha generado más de 30.000 millones de dólares en ingresos desde que se impusieron las sanciones tras la invasión a Ucrania.
Rutte explicó que la estrategia no se limitará a acciones navales, sino que incluirá medidas financieras y cibernéticas coordinadas con la Unión Europea y otros aliados. Entre ellas, se contemplan bloqueos a empresas de seguros marítimos que protejan estos buques, sanciones a intermediarios portuarios y vigilancia satelital en puntos clave del transporte global.
“Rusia no solo lucha con tanques y misiles, también lo hace con cuentas bancarias opacas y barcos sin bandera. Vamos a enfrentarlos en todos esos frentes”, declaró el ex primer ministro neerlandés.
El anuncio fue bien recibido por Estados Unidos y Reino Unido, mientras que Francia y Alemania pidieron cautela para evitar una escalada comercial. Por su parte, Moscú calificó la iniciativa como “un acto hostil” y advirtió que cualquier intento de interrumpir sus exportaciones “tendrá consecuencias económicas graves para Europa”.
Además del enfoque en la “flota sombra”, Rutte también instó a los países miembros de la OTAN a aumentar su gasto en defensa, en línea con el objetivo del 2% del PIB, señalando que “Europa debe asumir más responsabilidad ante un mundo más peligroso”.
El nuevo liderazgo en la OTAN parece apuntar a una mayor proactividad y coordinación ante los desafíos globales, en especial la amenaza rusa, que continúa siendo el eje central de la política de seguridad euroatlántica.
El anuncio fue realizado por el nuevo secretario general de la alianza, Mark Rutte, en su primera conferencia de prensa desde que asumió el cargo. “La OTAN debe adaptarse a las nuevas formas de guerra híbrida, y eso incluye frenar los mecanismos ocultos con los que Rusia financia su esfuerzo militar”, afirmó Rutte desde Bruselas.
La “flota sombra” se refiere a una red de buques petroleros sin bandera clara o registrados en paraísos fiscales, que transportan crudo ruso hacia Asia, África y América Latina, evitando los controles occidentales. Según estimaciones del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, esta red ha generado más de 30.000 millones de dólares en ingresos desde que se impusieron las sanciones tras la invasión a Ucrania.
Rutte explicó que la estrategia no se limitará a acciones navales, sino que incluirá medidas financieras y cibernéticas coordinadas con la Unión Europea y otros aliados. Entre ellas, se contemplan bloqueos a empresas de seguros marítimos que protejan estos buques, sanciones a intermediarios portuarios y vigilancia satelital en puntos clave del transporte global.
“Rusia no solo lucha con tanques y misiles, también lo hace con cuentas bancarias opacas y barcos sin bandera. Vamos a enfrentarlos en todos esos frentes”, declaró el ex primer ministro neerlandés.
El anuncio fue bien recibido por Estados Unidos y Reino Unido, mientras que Francia y Alemania pidieron cautela para evitar una escalada comercial. Por su parte, Moscú calificó la iniciativa como “un acto hostil” y advirtió que cualquier intento de interrumpir sus exportaciones “tendrá consecuencias económicas graves para Europa”.
Además del enfoque en la “flota sombra”, Rutte también instó a los países miembros de la OTAN a aumentar su gasto en defensa, en línea con el objetivo del 2% del PIB, señalando que “Europa debe asumir más responsabilidad ante un mundo más peligroso”.
El nuevo liderazgo en la OTAN parece apuntar a una mayor proactividad y coordinación ante los desafíos globales, en especial la amenaza rusa, que continúa siendo el eje central de la política de seguridad euroatlántica.







